domingo, 13 de junio de 2010

Enamorarse de los libros...


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Siempre he sido muy aplicado, María. He amado los libros exageradamente. Hasta podría decir que los he adorado. Más incluso, quizá, de lo debido. Enamorarse de los libros no es malo. Pero hacerlo, y confiar en ellos más que en la gente, eso sí que es negativo. Mi madre ni siquiera acabó la enseñanza primaria. Mi padre apenas llegó a los primeros cursos del instituto. Sin embargo, yo me dediqué a estudiar desde pequeño. Emprendí con dedicación el camino del estudio. Que al final me conduciría aquí donde me encuentro. A la decadencia moral, el escarnio y el deshonor. Finalmente, este camino me ha deshonrado. Me ha envilecido, puedo hasta decir. La mayor parte de la gente (¿qué digo?: todo el mundo) piensa que los libros nos culturizan, nos hacen mejores personas y nos conducen a niveles espirituales y morales superiores (obviaré los posibles beneficios materiales, ya que, en cualquier caso, son mínimos). No obstante, en mi caso, las cosas siguieron otros derroteros completamente distintos. Mi relación con los libros, en vez de conducirme por el buen camino, me ha llevado por el malo. Esa manía mía de vivir y pasearme, mañanas, tardes y noches, por las grandes y silenciosas bibliotecas me ha destruido. Esa manía de hojear libros, inocente y desamparado. Hubiese sido mejor, pues, mantenerme alejado de ellos y de las bibliotecas. Hubiese sido mejor haber vivido, desde el principio, rodeado de gente moralmente corrompida, en lugar de hacerlo en la tranquilidad de las salas de lectura. Porque esto es lo que me ha destruido. El silencio de las bibliotecas, los oscuros pasillos, los solitarios sótanos de interminables estanterías y los libros.
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Giorgis Giatromanolakis - ¡Oh, malvados demonios que, como gusanos, devoráis los libros!
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¿Qué le puede haber pasado al protagonista de nuestra historia para odiar de tal manera (imperdonable, por cierto) los libros? À vous le choix.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo imaginarme que mal tan grande le pueden haber echo los libros, y tengo que discrepar con el porque yo los adoro y cada día se aprende algo nuevo de ellos, nos llevan a mundos especiales, a historias que nunca pasarían y que puedes casi vivirlas, nos culturizan...en fin que voy a decir, nos llenan de satisfacciones.

En esta era moderna de libros electrónicos y ordenadores, los libros siguen teniendo su sitio, su lugar de honor; y se lo han nadado a pulso a lo largo de los siglos. ¿que hubiera sido y sera de nosotros sin ellos?. Por mi parte los sigo adorando :)

Bss

joaki007 dijo...

Yo tampoco comprendo que mal le han podido hacer los libros .Como PLC y tú, creo que los libros son siempre un "objeto" de placer , cuando se lee , cuando se tiene un libro en la mano o , aun voy más lejos, cuando unicamente se vé un libro en una libreria , ese placer que nos envuelve en una historia, en un relato,en una pasión.
Los libros jamas pueden morir porque entonces moriria parte de nosotros.

Y para mi , además, que nunca mueran los de "papel" , nada que ver con las nuevas tecnologias.

Besos ¡¡

FILIA.

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